jueves, 11 de agosto de 2011

San Carlos de Bariloche – El Calafate



Después de 2 días en la ciudad de San Carlos de Bariloche viajamos al siguiente día a primera hora para  la ciudad  El Calafate volamos una distancia de 1670 km, para conocer el Glaciar Perito Moreno, este se encuentra a 80 km de la ciudad El Calafate. Allí nos hospedamos en el Hotel Posada Los Alamos, súper cómodo y con una excelente atención allí las niñas descansaron un poco; ya que estaban agotadas de toda la travesía  del parque de esquí y el viaje, después de dormir un par de horas salimos a caminar en por pueblo, y cenamos en una bella pizzería donde encontramos un parque infantil ideal para que las niñas jugaran hasta agotarse. Antes de acostarnos a dormir le dimos a las niñas un de leche caliente con una cucharada de miel antes de dormir en la noche y aplicarles Vicks VapoRub  por el frio del día anterior en el parque de esquí (Bariloche)  se le congestionarón sus vías respiratorias un poco pero como medida preventiva, al siguiente día no pudimos asistir al tours ya que las niñas aun estaban dormidas pero cuando se viaja con niños pequeños las variables cambian, nuestras niñas se sentían aun agotadas querían dormir un par de horas más  y fue entonces cuando mi esposo alquilo un auto y a las 9:00am salimos a conocer el Glaciar Perito Moreno, el camino estaba lleno de nieve pero con hermosos paisajes sus escenas competían entre las rocosas montañas y el azul de del cielo acompañados con el contrastes de las montañas cubiertas de nieve.




Al llegar al Parque Nacional Los Glaciares ubicado en la región conocida como Andes Australes del territorio argentino, al sudoeste de la provincia de Santa Cruz en el límite con Chile. Pudimos ver tan majestuosa obra de la naturaleza y con todo su potencial para ser admirado, es tan impresionante que para una niña de 3 años su reacción fue descrita con una sola palabra lindo…..son momentos donde te sientes estar en contacto con Dios, hay que destacar que su belleza y majestuosidad es impresionante y te permite estar a solas contigo misma y con el creador del mundo, donde el silencio  es el mejor sonido jamás escuchado, donde el color azul se aprecia en todas sus degradaciones y tonalidades, donde al ver esas paredes infinitas de hielo con alturas de 60 metros te hacen pensar cuan pequeños somos ante el ojo de Dios.





Después de conocer el Glaciar regresamos al pueblo donde cenamos la  comida típica de la Patagonia Argentina, unas exquisitas carnes con sus sabores degustamos el cordero, chorizo, costillas de res, costilla de puerco, al salir del restaurant caminamos un poco para regresar al Hotel y al siguiente día despertar temprano darnos un baño en la piscina y unos masajes en el Spa para recargar las energías para retornar a Buenos Aires.

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